jueves, 5 de abril de 2012

El pabellón de Méjico


En abril del pasado 1925, el gobierno mejicano de Plutarco, Elías Calles, decidió que su país participara en el certamen.

El gobierno mejicano pretende con este gesto eliminar la imagen

que se tiene de Méjico como un país violento y caótico, intentando con ello ganar prestigio en el concierto internacional; mostrando una imagen de país organizado y pacífico, a la vez que promocionar los productos y el arte mejicano.

Se sitúa en el lado sur lindando con el pabellón de Brasil.

La edificación fue diseñada por el arquitecto mejicano D.Manuel María Amábilis Domínguez, natural de Mérida capital de Yucatán.

El estilo es historicista, simbolizando con ello la arquitectura nacional fundamentada en las construcciones precolombinas de las civilizaciones mayas con influencias toltecas.

A comienzos de 1927 se inician las obras de construcción a cargo de los ingenieros hermanos Casso, y se concluye en agosto de 1928.

La planta combina el sistema ortogonal con el de cruz latina girada 45º. Consta de dos plantas y sótano, siendo la superficie construida alrededor de 3.000 m2. Lo rodea una superficie de parcela con jardines.

Consta también de un patio central cubierto del que parten cuatro salas rectangulares en forma de cruz. Frente al vestíbulo se observa una escalera de tres rampas que da acceso a la planta alta.

En la fachada principal con relieves escultóricos mayas destaca la puerta principal, donde se aprecian las “serpientes Quetzalcoalt” (dios del fuego) y dos estelas como las utilizadas por los toltecas. También destaca el escudo nacional rodeado por una aureola con motivos toltecas.

La decoración del interior es muy profusa y con mucho colorido, representando en sus jambas, arcos, bancos cerámicos, vidrieras…la exaltación de la raza indígena, el mestizaje, el arte prehispánico y la exuberante naturaleza mejicana. Los relieves de las jambas muy policromados representan personajes que conforman el Méjico actual.

En las paredes del “arranque” se labran dos hornacinas ocupadas por esculturas que representan al guerrero español y al indígena azteca.

En las vidrieras se presenta la vegetación típica del país ( plátano, palmera, papaya y maíz).

Está previsto que cuando concluya la Exposición, Méjico done al Estado español su pabellón.



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